Porque nunca nadie dijo que el camino iba a ser fácil, ni que no nos íbamos a encontrar nieve, o viento, o lluvia, ni que iba a ser recto, sin curvas ni sobresaltos, ni caluroso, ni fugaz. Tampoco dijeron que al final del mismo todo acabará y llegaría el relajo.
Aprender a disfrutar del camino es algo fundamental, porque he aprendido a vivir cada momento, a no tener que llegar a ninguna parte para ser feliz, sino a ser feliz llegue donde llegue. A veces la meta será la deseada, pero no por desearla sino por unas causas específicas. Otras veces se llegará a una meta distinta de la que imaginaba, y en esta meta hay dos oportunidades, una de ellas para aprender a abrirte a la vida y sus posibilidades, y la otra para agradecer que las cosas sigan su curso sin que mi predisposición las maneje.
Cuando aprendí a agradecer todos los caminos, me libere y agradeci mucho más lo que tenía a mi alrededor, puesto que es lo que me ayuda a ser cada día un poco más yo.
Esté donde esté recordar respirar y amar los bellos momentos de esta flor de todos los tiempos.
Muchas gracias vida y seres, y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!