Me doy cuenta de que en la vida, cuando tomas una decisión esto hace que tomes otras muchas a la vez quizás sin percibirlo. Por ejemplo si decido comprarme una casa asumo que el resto de mi vida voy a tener que trabajar para pagarla, quizás busque un plan b, pero hasta que llegue a materializarse, tendré que seguir trabajando en ese sitio que me da el soporte para pagar mis facturas a final de mes.
Como esta decisión tenemos muchas mas: el/la novix, tener o no hijos, el trabajo, lxs amigxs, ser vegeratianxs, veganos…
He aprendido que cuando tomas una decisión debes contemplar todos los sacrificios, esfuerzos y a veces malas caras y juicios a los que vas a tener que hacer frente. Cuando eres realista con la opción que has elegido cuando aparecen los obstáculos no son vividos tan intensamente porque ya contabas con ellos, sabías que iban a llegar, pero aún así, decidiste seguir jugando las cartas de esa manera. Apostaste porque creías que era lo mejor, lo que te llevaba a tu destino.
Es cierto que muchísimas veces nos equivocamos de decisión y creyendo que era la más acertada nos encontramos con que resulta ser todo lo contrario, pero, a veces, toca pasar por ello para aprender las grandes lecciones y transitar ciertos lugares.
Por otro lado, si nuestra decisión nace de nuestro ser más profundo, ese ser que desea estar en paz y libre de apegos, ese ser que desea que todos los seres sean libres del sufrimiento y de sus causas, que busca su bienestar y felicidad, ahí no hay mala decisión tomada, simplemente causas y condiciones que debemos experimentar y que dependerán de la sabiduría que hayamos alcanzado hasta ese momento.
Y finalmente, intentar vivir desde el ser; sin intervenir en exceso, sin condicionar nuevamente la vida. Simplemente fluir desde el corazón, desde el ser profundo.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!