Nadie dijo que fuera fácil esto de vivir. Nadie dijo que no iba a haber sufrimiento, ni dolor, tampoco dijeron que iba a haber alegría y felicidad duradera.
Nuestra vida está compuesta por momentos, por instantes. A veces toca hacer frente a situaciones muy dolorosas que si pudiésemos las evitaríamos, y otras veces, toca disfrutar de la calma y la felicidad.
Cuando duele mucho no nos sirve oír ya pasará, no te preocupes, vendrán tiempos mejores pero la realidad es que pasa, no duele, o al menos no tanto y llegan tiempos mejores. Si nos permitimos sentir nuestras emociones en cada momento estaremos liberados, estaremos haciendo lo que nuestro ser necesita, expresarse. No importa si es tristeza, rabia, alegría… es una preciosa expresión.
La dificultad llega cuando permitimos que nuestras emociones nos conformen. En ocasiones, cuando duele mucho, son ellas las que nos dirigen, las que nos guían, si en ese momento conseguimos no dejarnos llevar por ellas, o al menos ser conscientes de que no nos componen ahí es cuando el tiempo juega su partida.
Si por el contrario reaccionamos luchando, reprimiendo, ignorando seguirán ahí y el tiempo no podrá curar.
Permitirnos sentir para liberarnos, para amarnos y amar, para ser.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!