Ayer un gran ser me dijo que hablara en mi post de los pequeños momentos que hacen que la vida sea más sencilla, más liviana y más feliz, y aquí está, espero responder a la llamada.
A lo largo de mi vida he descubierto que la vida se compone de pequeños momentos, momentos donde compartes, bailas, ríes, lloras, tocas, meditas…, pero todos ellos tienen algo en común; la vivencia del momento presente y de ser en ese momento quién realmente eres.
En realidad poco importa lo que hagas sino más bien cuánto de tu ser profundo está en ese momento, cuánta presencia habita en ese baile, cuánto de tí hay en esa sonrisa, cómo de vacío y alerta estás en esas actividades.
Algunxs buscamos meditar y andar en la naturaleza para conectar con nuestro verdadero ser, otrxs se encuentran a sí mismxs en la conversación con un niño, y otrxs quizás riendo por nada y por todo.
No importa el modo, lo que verdaderamente importa es que sea real y consciente, que nos conecte con ese ser y su preciosa naturaleza perfecta: compasiva, sabia y capaz de trascender cualquier tipo de sufrimiento.
Os invito a habitar vuestra belleza profunda aquí y ahora.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!