Recuerdo cuando era adolescente que me daba vergüenza hablar con el chico que me gustaba, le podía mirar, sonreír y hablar, pero todo lo que conllevara demostrar mis sentimientos me suponía un gran esfuerzo, era como si le estuviera mostrando mi alma y esa persona me la pudiera arrebatar.
Aún con mis 33 a veces tengo miedo de mostrar a mi ser profundo, a ése que a veces llora escuchando una canción o viendo a una amiga triste, a ése que sabe que la vida son dos días y que lo ha aprendido a base de experiencias y perdidas que se tornan ganancias si haces como un buen alquimista y consigues darles la vuelta.
Pero a ese precioso ser que es capaz de conectar con el sufrimiento propio y ajeno le aconsejo que se muestre, porque solo así conseguirá vivir plenamente, solo así conseguirá atravesar las barreras de lo desconocido y abrirse al amor, donde no existen vergüenzas porque directamente ese yo que las tenía se ha disuelto y no hay nada mas que presencia y agradecimiento.
Con confianza y esfuerzo gozoso podemos llegar a estar donde hemos venido a estar, trabajando cada día en nosotrxs, en los otrxs, y en todxs vosotrxs.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!