A veces estamos tan sumergidxs en nuestros deseos, necesidades, en nuestro yo que se nos olvida agradecer la suerte que tenemos de poder compartir nuestra vida con preciosos seres.
A veces damos por supuesto la presencia de esos seres que nos soportan, nos abrazan en la distancia y nos mandan todos sus buenos deseos para nuestra vida y las futuras.
A veces pensamos que tener a todos estos seres apapachandonos es algo que hemos ganado, y aunque es así ya que depende de unas causas, conseguir que quieran seguir a nuestro lado también depende de estas causas.
Hoy sólo quiero hacer un momento de reflexión para agradecer a todas las personas que me han acompañado y me acompañan en este viaje de vivir, y para recordarme que, a veces, puede resultar muy tarde cuando consigues que el enfado se te pase, cuando eres capaz de mirar fuera de tí, cuando percibes la gran fortuna que tienes.
No dejemos para mañana una reconciliación, un te quiero, un qué tal o un perdón, pero desde el ser que aprecia lo que tiene y que ama a quien tiene a su lado, no por conveniencias, miedos o estrategias, sino por un amor profundo y real.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!