El juego consiste en transformar nuestros pensamientos, emociones y acciones que no nos están llevando a ningún sitio, o mejor dicho, que nos están enviando al sufrimiento una y otra vez, una y otra vez, y transformarlos en otros que nos resulten más beneficiosos, que nos hagan sentir mejor, más felices y livianos, menos iracundos.
En estos cambios al principio hay resistencias como pueden ser: porqué tengo que cambiar si siempre he sido así, estaré negando a mí persona su libre expresión, o estoy bien así, aunque sufra, es lo que me ha tocado.
Para intentar acabar con el sufrimiento tenemos que querer acabar con él, aceptarnos tal y como somos, y observar dónde residen los puntos que nos están alejando de nuestro esplendor, de nuestra verdadera naturaleza. Y así, poco a poco, ir transformando el odio en amor, el enfado en comprensión, el aferramiento en vacuidad y los celos en compasión.
Y no porque lo diga ninguna doctrina, filósofo o bello ser, sino porque decides que no quieres continuar como hasta ahora, aunque en tu vida todo haya sido un camino de rosas, sino que quieres dar un paso más y liberarte de todo ello que te aflige, que te separa.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!
Muy buena filosofía pero no siempre es posible desconectar de los problemas que enturbian nuestro pensamiento. Yo bien que lo intento…
Un abrazo.
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Así es, pero día a día seguro que lo conseguimos!! Muchas gracias Estrella
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