A veces nos quejamos de nuestras circunstancias, culpamos a otrxs del momento que estamos viviendo, a la sociedad, a los políticxs, a un territorio, e incluso a dios. Y aunque muchas de las situaciones que vivimos se escapan de nuestro control, hay algo que sí podemos hacer y es; ser muy conscientes del modo en el que vivimos, en el que reaccionamos o por el contrario construimos, y en saber qué tipo de semillas estamos plantando dentro de nosotrxs y a nuestro alrededor.
Un día decidí dejar de encajar en un mundo diseñado por cuatro y para cuatro y empezar a vivir esa vida que quería vivir, ser ése ser que quería ser y que había venido a ser, y aunque me quede mucho camino y las “injusticias” toquen a mi puerta, diariamente decido concentrarme: en ser generosa, humilde y comprometida con la vida, en observar mis tendencias, mis miedos y tinieblas para no dañar, porque al fin y al cabo somos cada unx de nosotrxs los que habitamos esta tierra en este momento y de nuestros pensamientos, emociones y actos depende el mundo que nos encontramos, así que no hay excusa para no trabajar día a día, para no estar atentxs.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!