En ocasiones he habitado lugares que sabía que no me llevaban a ningún lado pero satisfacían esa necesidad de atención, de contacto inmediato, de supuesto amor. La cuestión de habitar esos lugares no es el hecho en sí, sino: qué te dejas por el camino, qué parte de tí estás entregando a ciegas solo por cubrir unas carencias, y sobretodo, cuáles van a ser las consecuencias de esos actos, a qué pensamientos me van a llevar, a qué emociones, a qué cadena de aferramiento, dolor y destrucción me voy a atar.
Ser conscientes de que hasta el último de nuestros actos, incluso el mas pequeño, tiene un eco en nuestro interior, y de este modo, escuchar atentamente para saber qué nos ocurre, cómo podemos amarnos más, confiar más en nosotrxs y nuestro camino, cómo podemos vivir más en el presente, en la ausencia de deseo y en la presencia.
Y porqué? Porque las mentiras tienen un momento de caducidad, el maltrato a unx mismx agota y puede durar vidas.
Vivir plenamente, sin dramas, sin aferramiento, sin yoes queriendo tener un lugar. Respirar en calma, sabiendo que eres perfecta y maravillosa, que estás dónde debes de estar y que la partida ha terminado.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!