Me gusta ir al monte, cruzarme con las personas que suben o bajan, y saludarme con un Aúpa!, de reconocimiento, de saber que estás ahí, y a su vez de cuidado. Estaría bien que por la calle hiciéramos lo mismo, que nos miráramos, nos prestáramos atención y nos echáramos una mano.
Me gusta pintar con las manos y ponerme perdida hasta la cara mientras escucho música y canto. Estaría bien que en cada una de las acciones que hacemos no interviniera la mente, que viviéramos sin poner un filtro que dice esto sí, y esto no, que pudiéramos ser quienes somos en casa con nuestro pijama y nuestros acrílicos, sin límite a la experiencia.
Me gusta bailar mientras cocino y acabar tirada en el suelo dando vueltas si la canción y mi ser lo requieren. Estaría bien que fuésemos capaces de expresar lo que sentimos a cada momento, desde la serenidad, pero libres de ser quienes somos.
Cada día decido quién quiero ser; esa persona que se limita a ser quien realmente es en su casa, con su protección, o alguien que sale a la calle y grita si es lo que siente, baila si se tercia y sonríe a su paso.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!