En uno de los maravillosos encuentros que tengo con una bella amiga he tenido la fortuna de compartir sus vacaciones y alguna de sus vivencias. Me contaba cómo, mientras en un lado de la calle había 10-15 personas intentando vender algo bajo las altas temperaturas de Andalucia en agosto, había a 500 metros personas comprando botellas por valor de 1000€ para después tirar.
De esta hazaña, que pude poder ver también hace unos meses, y que si miro, a menor escala, la puedo ver también en mi día a día hago tres reflexiones:
- La primera es que si un día tengo mucho dinero, y solo quiero invertir en mí, lo gastaré en comida, viajar, quizás ropa, pero en una botella para después tirar?, en un barco precioso que no puedo mover porque me resultaría carísimo pero quiero que sepan que lo tengo? El dinero no da la felicidad, está claro.
- Si miramos un poco a nuestro alrededor podemos ver que las circunstancias que tenemos cada unx de nosotrxs no son las mismas, por lo que baja a tierra por un momento y observa la suerte que tienes.
- Ser compasivo es una necesidad, no una opción, esto no quiere decir dar tu vida, pero si ver.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!