A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Vivimos ansiando un amor concreto, un trabajo maravilloso, una casa con piscina y terraza, unxs hijxs modelo, tener el cuerpo perfecto, las vacaciones de ensueño , el perro más cariñoso del barrio, el gato que mejor caga en su cesta y la ropa mas de moda en las revistas. No nos damos cuenta que nos perdemos en los deseos y damos por supuesto lo que ya tenemos, a nosotrxs mismxs. Es como si nosotrxs mismxs no fuéramos suficiente y tendríamos que envolvernos con papeles de regalo para resaltar más, para brillar de verdad.
Esto es la raíz de la insatisfacción: creer que nuestra felicidad depende de lo que seamos, tengamos, hagamos, y en la ignorancia de no comprender que todo está ya dentro de nosotrxs, que no hay nada que hacer, ni nada que descubrir, sino que simplemente tenemos que pararnos en este momento y ser desde el interior.
Dedicar nuestras horas a construir de dentro hacia afuera, depositar nuestra felicidad dónde verdaderamente reside; dentro de nosotrxs. Lo demás, son acompañantes que nos soportan, nos ayudan, nos hacen la vida más fácil…,pero que tarde o temprano, diremos adiós.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!