Una vez más me encuentro sentada escuchando preciosas enseñanzas de un esplendido ser hablando sobre la compasión, sobre dónde reside la felicidad, sobre quiénes somos y la preciosa oportunidad que tenemos de estar vivxs en este cuerpo.
Echo la vista atrás y recuerdo la primera vez que le vi, que le escuche hablar. En aquel entonces me sonaba un poco a chino, o a tibetano mejor dicho, y ahora me suena un poco más presente, un poco más en mí. Aunque esté muy lejos de ser esa persona compasiva y sabía que tengo delante de mí, cada vez se me hace más fácil atisbar sus palabras, desde mi ignorancia por supuesto, y comprender cuál es el camino que te lleva a la liberación individual y a cumplir mi objetivo, conseguir la liberación de todos los seres.
Aunque a veces parezca que damos pequeños pasos hacia adelante y grandes pasos hacia atrás, en realidad los avances, o más bien las semillas que plantamos, son mayores de lo que podemos imaginar y las causas que estamos sembrando inimaginables.
Trabajar día a día por ser quiénes hemos venido a ser, lejos de nombres, máscaras…, y beneficiar de este modo a todos los seres sin excepción.
Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!