A veces vienen los miedos a tocar a nuestra puerta para recordarnos que no hay nada que podamos controlar salvo nuestro estado interno.
Los miedos pueden surgir porque no queremos equivocarnos pero hay que entender que no hay equivocación, sino un plan perfecto.
También pueden venir porque es un salto al vacío y sin paracaídas, pero si comprendemos la verdad de la vida entenderemos que todos los días nos enfrentamos ante esta situación, ya que no sabes qué va a ocurrir en el siguiente minuto.
Y otras veces nos surgen los miedos porque nuestro yo tiene un lugar tan arraigado en nosotrxs que nos da pánico dejar llevarnos por el flow y que todo se desmorone, pero no hay nada que desmoronar, ni nada que perdamos, ya que somos mucho más que un yo, que un pensamiento, que una emoción.
No sé dónde me llevan mis pasos pero los doy firmemente y confiando en el plan divino destinado para mí, en que lo que hoy vivo es para un mejor mañana y en que si me esfuerzo en ser, todo sucede.

Muchas gracias y perdón,
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!