Muchas veces lxs demás tienen algo que aportar a nuestra historia, un prisma que nosotrxs no somos capaces de ver porque estamos demasiado metidxs dentro del foco. Recuerdo cuando era adolescente que no era capaz de escuchar a nadie que no fueran mis amigas, e incluso, a veces, ni a ellas. Yo tenía claro cómo quería vivir, con quién y bajo qué principios, y veo que esa seguridad y confianza están muy bien, pero se me olvidaba el matiz de que mi visión estaba sesgada por mi yo, por la creencia de que hay verdades absolutas, únicas y permanentes, y todo ello dista mucho de lo que “sé” ahora y que quizás cambiaré después.
Cuando empiezas a escuchar, a ver más allá de tí y de tus pensamientos, otra puerta se abre, porque estás permitiendo liberarte un poco más de ése yo tan marcado y ver que existen infinidad de posibilidades. Aprender a abrirse.

Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese el sufrimiento y sus causas,
Pueda yo hacerlo!