Hoy hablaba de la gran tarea de no aferrarse, de vivir cada momento como lo que es, único e irrepetible. Cuando algo nos gusta queremos que dure para siempre, por el contrario cuando nos disgusta, queremos desecharlo de nuestra vida y que nunca más vuelva a ocurrir, y todo ello nos genera las causas del sufrimiento.
La clave consiste en aprender a vivir de un modo ecuánime, de manera que lo bueno y lo malo lo vivimos como parte de la vida y de estar vivo. Así es como, poco a poco, conseguimos no aferrarnos, o al menos no tanto, a las experiencias, las personas, a una emoción concreta…
Darnos cuenta también de que todo sucede por unas causas nos posibilita trabajar esta ecuanimidad, de manera que empezamos a vivir dispuestxs a observar qué es lo que una situación trae consigo, cómo me siento ante ella, qué puedo hacer dentro de mis posibilidades.
Y por último vivir sin aferramientos es contemplar la posibilidad de vivir libres y en el momento presente, dónde acoges todo aquello que viene y dejas ir todo aquello que se va, sin etiquetas ni condicionamientos.

Bonita tarea!
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podamos hacerlo!