Sentir el vaivén del mar en tu cuerpo, por un momento, todo se para. No importa cómo has llegado hasta ahí, ni qué vas a hacer en el siguiente instante, sólo sientes el vaivén.
Cuando por un instante el marcador se pone a cero no hay palabras que puedan describir esa sensación. Es cómo si no hubiese nada más que esas olas meciendo tu cuerpo, ese olor a mar, ese sol calentando tu cuerpo y la rendición sin siquiera proponertelo.

Acoger estos momentos y ver el gran regalo que nos otorgan.
Acoger los momentos en los que no hay serenidad pues estos también son un regalo que se nos otorga.
Acoger todo con gratitud y amor.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podamos hacerlo!