Llegó

Y casi sin darte cuenta todo cambia de tercio, las rutinas, los calendarios, la carrera e ir a contrarreloj, todo se esfuma y empieza a formar parte de los recuerdos, de aquellos días en los que, o aquellas costumbres que adquiriste para y se sigue produciendo la magia.

Llevo unas horas rodeada de árboles, de abejas de flor en flor, observando a una mariposa que revoloteaba y se posaba en diferentes escenarios, escuchando perros a lo lejos, pájaros en los árboles, el tráfico, el viento y las hojas, los mosquitos y las hormigas trepando por mí cuerpo, qué más puedo necesitar? Qué más se le puede pedir a la vida?

A veces se nos olvida lo valioso que es lo verdaderamente valioso. Nos confundimos y nos llenamos de actividades, de encuentros, de tareas y todo para no pasar un ratito con nosotrxs, sin darnos cuenta de que es ahí donde mejor se puede estar, dónde realmente se es. Y una vez ahí salir y mostrarnos disponibles.