Encontrarte cara a cara con el silencio y decirle, hola, aquí estoy y me gusta dónde estoy.

Mirar por la ventana, ver los diferentes mundos de cada uno de los seres con los que te encuentras, las distintas formas, los no usuales modos.

Observar cómo cae el sol, un sol rojo, mientras permaneces quieta, muy quieta, sin saber muy bien si llegará mañana o no pero feliz por el hoy.

Planificar los siguientes pasos sin poner mucha importancia en ninguno de ellos y confiando en que la vida te manda preciosos encuentros, mensajes, llamadas, a cada instante.

Muchas gracias y feliz día!

Ojalá todos los seres seamos felices,

Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,

Podemos hacerlo!