Ayer volví a ver luciérnagas. Y digo volví a ver porque cuando era pequeña y paseaba de noche camino al ojo, las veíamos en unos matorrales a la izquierda del camino, cómo brillaban!
En todo este tiempo, quizás más de 20 años, me he preguntado dónde estarían, qué había pasado con ellas, y allí estaban, han vuelto!
Es maravilloso verlas, es cómo si de repente surgiera la magia y te envolvieras en ella, cómo si de una película infantil se tratara, dónde existen las hadas, los árboles iluminados y los gamusinos.
Al observar a las luciérnagas sentí muchísimo amor por la vida y sus maravillas, por poder disfrutar de todo ello a cada momento y por poder estar aquí y ahora, sonriendo, sintiendo, sin deseos, ni necesidades, ni miedos, en calma y felicidad.
En la oscuridad de la noche parece que nunca va a llegar la magia, el renacer, pero confía, las luciérnagas siguen ahí.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!
