Me gusta aceptar que sencillamente no lo hago todo bien, lo hago como lo hago, como soy capaz de hacerlo.
Hace tiempo ya de esta sensación, pero recuerdo también la otra, cuando me frustraba, comparaba, exigía. Imagino que a base de probar cosas nuevas que me suponían retos te vas inmunizando a lo de hacer el ridículo o no ser la mejor, y ni tan si quiera del montón.
En cada no subida a una tela he aprendido, en cada coreografía perdida, en cada solo en blanco que me invitaban a hacer, en cada intento de acercarme a un chico y troloro, en cada caída y torcedura de cuello intentando hacer una invertida.

Y así, poco a poco, te vas liberando de la apariencia y eres.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!