Hay días que el reto se te pone delante y dices, lo voy a hacer. Por mucho que a mitad de camino te quieras rendir, pienses en otras posibilidades, sudes…, hay algo dentro de tí que dice, he empezado voy a continuar.
Hay otros días que el reto surge y dices, quita, quita, no me apetece, no me encuentro con ganas, me apetece algo más sencillo, no quiero esforzarme tanto, no es necesario. Y lo sorteas, tranquilamente, aunque después toque asumir las consecuencias de ese sorteo no te importa.
Y hay un tercer día en el que ni ves el reto porque ni siquiera estás, te lo comes pero no te enteras, o lo sorteas pero de causalidad, no porque haya presencia o intención, sino porque así debía de ser.

Aceptar nuestros momentos, todos son válidos y todos nos ayudan.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!