El otro día me acordé del final del verano. Llegabas con pulseras de diferentes tipos y colores en brazos, pies, quizás algún anillo nuevo, colgante y un montón de aventuras y desventuras.
Recuerdo también que tardaba un tiempo en deshacerme de todo, era como si me negara que el verano había concluido, como si portando todos esos abalorios el espíritu de libertad, calma y presencia siguiese en mí.
Con los años me he dado cuenta de que no es lo que te pongas, ni dónde ni con quién estés, sino lo fiel y honesta que eres contigo misma, con tu ser profundo que se encuentra siempre en libertad y amor.

Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!