Hoy en el metro un precioso encuentro. Una mujer mayor de unos ochenta años con su hija de unos cincuenta. Iban a algún lugar y no ha pasado nada reseñable en sí, es más la visión de la unión entre ellas, del paso de la vida, de las generaciones, las caricias, las conversaciones.

Se que damos muy por supuesto la presencia de otrxs en nuestras vidas y la nuestra en la de otrxs, lo que contemplamos como cotidiano y habitual se desvanece en un chasquido de dedos y nunca más vuelve, quizás en otra forma, en otro sentir desde otro lugar, pero no volverá a ser igual.
Agradecer hoy a todxs lxs que nos acompañan, es una suerte y una alegría habitar en su presencia.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!