Tienes el caramelito en la mano, lo ves, lo tocas, estás a punto de llevártelo a la boca y justo se te cae encima de una papelera, llenándose de suciedad. Si eres pequeñx te enfadarias un poco y tres segundos más tarde habrías pasado a la siguiente escena. Siendo adultxs dependiendo de cuántas expectativas y aferramiento hayamos puesto en el caramelito pasarán las escenas y seguiremos ansiando que te den otro, olvidando el ir y venir de la vida y las oportunidades que surgen en este vaivén.

Me gusta recordarme cómo me sentiría si tuviese dos años y traerlo al presente, sentir cómo todo es nuevo y abundante, cómo esa mirada es posible si trabajo con apertura y amor. Al fin y al cabo es lo que soy.

Muchas gracias y feliz día!

Ojalá todos los seres seamos felices,

Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,

Podemos hacerlo!