A veces viene bien sentarse con tu pequeña tú y charlar. Permitirle que te diga cómo se siente, qué le supone que hagas ésto o aquello, cuánto dolor siente en algunas situaciones, que te hable de cuáles eran y siguen siendo sus grandes aspiraciones y reconciliarte con el/ ella, decirle tú que has hecho y haces lo que has podido, que la amas y que sabes que está ahí, que poco a poco irá ocupando el lugar que tiene en tí, el que merece.
Nos hacemos mayores y con los años, las pérdidas, los desengaños, los sueños frustrados, los malos tratos nos olvidamos de quiénes éramos y de quiénes seguimos siendo, nos olvidamos de que esa fortaleza y ése dolor sólo está el tiempo que le permitamos estar.

Suelta, suelta hoy todo y sonriete.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!