Es gustoso ese momento en el que te acurrucas con la manta, sientes tu cuerpo y respiras. La mente también reposa y parece que las emociones se quieren unir a la calma del conjunto y permaneces.
Luego empiezan los movimientos, los pensamientos que te dicen llevas media hora sin hacer absolutamente nada, y con ellos quizás la culpa, el desasosiego, la pereza.
He aprendido que si estoy agusto en un lugar me deje estar, así como estoy, porque no es sencillo de conseguir sin un estímulo externo que adormezca el momento, así que disfrútalo si llega y tómalo cómo lo que es, un regalo.

Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!