Hay días en los que toca mirarse al espejo y decirse: te has equivocado. No con culpas, ni drama, ni castigos, simplemente observando que eso que has dicho o has pensado no era todo lo fiel a la realidad que creías que era.
Y bueno si, la realidad siempre está condicionada por nuestras creencias, patrones, educación, pero a su vez podemos ser capaces de discernir cuando es más limpia de agregados y cuando no. Ayer, por ejemplo, en un momento concreto, la mía no lo fue.

Día a día, momento a momento, mirar.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!