El cuerpo, a poquita marcha que le des, enseguida se muestra disponible. Haces un par de ejercicios, y aunque esté cansado, el resto de tareas ya las hace desde otro lugar distinto al que las hubiera hecho si no hubiera hecho nada.
Pero para observar estos sucesos, es necesario pararse un instante, sentir mi cuerpo ahora, sentirlo después: hay algún cambio, es fortuito o causal… Y así, lo mismo, con nuestro mundo de los pensamientos y de las emociones.

Observar.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!