De vuelta a casa en el paseo de hoy he tomado consciencia de que no tengo prisa, que no necesito que llegue un día concreto, una persona, un lugar para sentirme plena y viva, que así cómo estoy estoy perfectamente imperfecta.
No todos los días, ni en todos los momentos suelo experimentar esta ausencia de deseo, éste estar feliz con lo que eres, esa no necesidad por intentar cubrir vacíos que te ha dejado la vida y que sólo pueden llenarse habitando el presente y permitiendo acoger el dolor, la rabia, la pena, la levedad del ser y todo aquello que nos lleva a sentir que estamos carentes.
Estamos en el precioso y preciso instante en el que tenemos que estar, sin prisas, sin pausas.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!
