Hoy, de vuelta al metro, iba tranquilamente en mi mente cuando he alzado la vista y un hombre sentado esperando al siguiente metro me ha mirado y me ha sonreído, y yo, le he respondido con una sonrisa también, entre tímida y agradecida.
Me gusta cuando los desconocidxs se sonríen, cuando no necesitas ningún motivo para mostrarte amable y cercano, cuando nos damos cuenta de que por el mero hecho de vivir en el mismo tiempo ya debemos procesarnos respeto y cercanía.

Los lugares los habitamos las personas, un metro puede ser estresante si todxs lxs que nos montamos en él vamos sintiendo esa energía, si por el contrario, dentro de las prisas somos capaces de mantener nuestro centro, nuestra serenidad interna, los metros podrían convertirse en lugares tan sagrados cómo parques, monasterios o amaneceres en el desierto.
Los creamos?
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!