Un pensamiento se va haciendo recurrente y potencialmente fuerte en nuestra mente cuanto más recurrimos a él. Pongamos que cada vez que bebo agua repito: soy paz. Este mensaje, junto con otras acciones varias, se irá impregnando en mis pensamientos habituales, convirtiéndose en emociones y posteriormente en acciones.
Lo mismo sucede si pienso que soy indeseable cada vez que me miro al espejo, llegará un momento en que de tanto oírlo me creeré mi propio pensamiento y haré de él mi realidad.
Aunque parezca insignificante y con cuenta gotas, todo lo que pensamos genera nuestra realidad. Prestar atención.
Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!
