El otro día paseaba por un monte desconocido siguiendo los colores. Durante todo el camino de ascenso y de bajada iba a la par de una familia. En un momento, ya de bajada, estaba inmersa en mi diálogo interno cuando me encontré con un cruce de caminos sin pistas y sin la familia a la vista. Tomé una decisión, intentando dejarme guiar por las voces y preguntando a mi voz interna: voy bien? La respuesta fue un claro sí, pero al continuar y no ver marcas decidí retroceder e ir por el otro camino. Al final llegué a destino, pero no por dónde había ido, sino por otro distinto.
Mi voz interna tenía razón, y aún sin hacerle caso llegué a dónde debía llegar. No creéis que la vida siempre nos asiste? Y por otro lado, por qué nuestra mente cree saber más que nuestro ser? Quizás es el momento de reubicar el mando y confiar aunque creas que todo te lleva en una mala dirección.

Muchas gracias y feliz día!
Ojalá todos los seres seamos felices,
Ojalá cese nuestro sufrimiento y sus causas,
Podemos hacerlo!